Lello Esposito vive y trabaja entre Nápoles y Nueva York. Escultor y pintor de unos treinta años, crea obras en los distintos procesos de metamorfosis de su ciudad, Nápoles y sus símbolos: Pulcinella, la máscara, el huevo, el cráneo, el volcán, el caballo, San Gennaro y el cuerno. Realiza una búsqueda que con el tiempo le ha permitido experimentar con la escultura y la pintura y llevar a cabo una evolución de los significados, de las dimensiones y de las técnicas artísticas. Para sus esculturas e instalaciones le encanta usar diversos materiales, bronce y aluminio, y pintar sobre grandes lienzos.