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Flatout Frankie

Sarah Gardner fundó Flatout Frankie en 2011 y crea juguetes estupendos para sus hijos y para todos los niños que aman inventar, jugar e imaginar mundos nuevos, donde la creatividad no tiene límites. Se trata de juguetes diseñados en Nueva Zelanda al 100% reciclables y adecuados al uso por parte de los niños.
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Flatout Frankie
En 2011 en Nueva Zelanda, tras construir y diseñar juguetes para sus niños y sus amiguitos, una madre joven, sonriente y animada, Sarah Gardner, se da cuenta de que sus juguetes les gustan a todos, muchos amigos le piden juegos para sus hijos. Por esta razón decide fundar la empresa suya, la Flatout Frankie, empieza a crear juguetes para los niños de todo el mundo, con un estilo único e inconfundible, con un alma solidal, mezclando su profesión de gráfica y diseñadora, con la pasión por los niños.

Sarah Gradner y su equipo proponen hoy una línea de juguetes moderna y creativa, con precios adecuados, respetuosa hacia el medioambiente y hacia la necesidad de garantizar a los niños que crezcan desarrollando su fantasía e imaginación, completamente interactiva, a través del juego. La filosofía de la marca es ocuparse de los niños y del entorno en el que viven, en una armonía perfecta. Los juguetes Flatout son sencillos e inmediatos pero también de diseño, minimales y discretos, por sus líneas, colores y materiales.

Los juegos Faltout Frankie son de cartón, material reciclable 100%, fabricado por artesanos que utilizan por lo menos el 60% de cartón reciclado certificado FSC (Forest Stewartship Council), sin componentes de plástico. Vienen doblados, se transportan y envían con facilidad, los niños mismos los pueden montar. Los juegos son ecológicos, seguros y resistentes. Los dibujos se han realizado con tinta blanca con base de agua, adecuada para los niños, con líneas esenciales y lineales, estimulando la mente de los niños para que imaginen y creen detalles.

Para fabricar los productos, la marca ha utilizado colores claros y naturales, por lo tanto los niños podrán pintar los juegos como les guste, usando témperas, acuarelas o lo que quieran, también podrán valorizarlos con otros materiales (pegandole una melena de lana al caballo, o papel de aluminio para hacer los faros del coche más lluminosos, o añadir complementos a un castillo) creando así su juguete personalizado inventando historias y nuevos personajes. Los niños jugando con Flatout Frankie se dejarán llevar por un mundo de imaginación y experimentación, podrán ser estimulados, creativos y activos: serán piratas o jinetes, princesas, pilotos de aviones o coches de competición, grandes cocineros o hadas de los bosques, todo lo que quieran. De esta manera, poco a poco, el mismo juego se podrá inventar de nuevo y podrá convertirse en una experiencia interactiva única y siempre nueva.

Sus niños se lo pasarán muy bien con estos juguetes, ya que no se trata de juegos comunes, no obligan a una actividad o a una modalidad de juego única, sino que estimulan la posibilidad de crear e inventar, sin ningún límite, nunca se cansarán de transformar, inventar, pensarlos como parte de una nueva historia o un nuevo personaje. Sus niños vivirán con el mismo juguete miles de aventuras fantásticas diferentes, donde ellos son los actores principales, los directores de cine de su mundo mágico.
Tras jugar, los juguetes se podrán doblar y guardar sin ocupar demasiado espacio, fáciles para su transporte, para enviarlos o también para llevárselos durante las vacaciones, para seguir jugando, pero también serán muy bonitos montados o en las paredes, ya que son muy ligeros, y se convertirán en un objeto de decoración.

Si los niños los pintan, los juegos son muy alegres y vivos, pero también son muy bonitos en blanco o del color del cartón, se convierten en objetos de diseño, elegantes, recuerdan los juegos que se usaban en pasado, con materiales sencillos y que se utilizan en la vida de todos los días.
Cabe resaltar que hoy en día los niños reciben publicidades y estrategias de marketing, elementos que proponen juegos cada vez más conectados con las modas o los personajes del momento, juguetes que con el tiempo dejan de despertar el interés de los niños, los abandonan tras jugar con ellos unas cuantas veces porque se aburren y no reciben estímulos, llenan sus habitaciones con juegos inútiles y olvidados e incluso a veces muy caros. Todos tenemos nostalgia del pasado, cuando nos divertíamos durante horas con un papel o un cartón porque los doblábamos y los pintábamos creando formas diferentes: un avión, un misil, un castillo, un cetro o una varita mágica, todo ello es precisamente lo que nos gustaría que nuestros hijos vivieran: un mundo maravilloso hecho de fantasía, empezando por objetos y figuras sencillas, todo ello es el mundo que Flatout Frankie propone.

Para los niños jugar es una gran oportunidad, una experiencia que quedará en su memoria, jugar de manera creativa los ayudará a proponer soluciones, a tener confianza en sus habilidades creativas y de organización, a ser adultos más serenos y fuertes. Con el juego los niños aprenden esquemas de comportamiento, realizan ejercicios de fantasía e imaginación, aprenden a soportar frustraciones y fracasos, a compartir la felicidad de ganar y respetar reglas y normas para hacer amigos. Es fundamental que los juegos sean interactivos y creativos, como los que propone Sarah.
No deberán tener miedo a que los pequeños puedan hacerse daño porque los juguetes son ligeros, no tienen partes de plástico y tampoco pequeños complementos que los niños se ponen en la boca. Los más pequeños podrán jugar con sus hermanitos en el mismo mundo fantástico.

Cuando los niños crecen y en su habitación necesitarán crear espacio para otros objetos, los juegos de Flatout Frankie se pueden doblar y guardar, sin ocupar espacio, y se podrán regalar a otros niños para nuevas aventuras, o incluso se podrán reciclar contribuyendo a un mundo mejor para el futuro de nuestros niños.
Regale un mundo de creatividad, naturaleza y fantasía a sus niños, elija el mundo de Flatout Frankie.